Como preparar sardinas a la plancha

Receta de sardinas

Las sardinas contienen altos niveles de ácidos grasos omega-3, que son ácidos grasos esenciales. El cuerpo humano no puede producir estos ácidos grasos, pero puede obtenerlos a través de los alimentos. Además de contribuir a la función cerebral, los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Aunque las sardinas se pueden comprar en lata, a mucha gente le gustan frescas. Existen varias formas de preparar las sardinas, dependiendo de sus preferencias personales.

Resumen del artículo Para cocinar sardinas, empieza por conseguir sardinas frescas que huelan a limpio y no parezcan dañadas. Enjuaga las sardinas manteniéndolas bajo el grifo y frotándolas con los dedos hacia delante y hacia atrás por la piel para quitarles las escamas. También hay que quitarles las tripas y la espina dorsal con unas tijeras de cocina o un cuchillo afilado. Una vez preparado, unte el pescado con un poco de zumo de lima y salpimiéntelo. A continuación, colóquelos en una sartén caliente con un poco de aceite de oliva, cocinándolos de 2 a 4 minutos por cada lado o hasta que la carne esté escamosa. Si quieres saber cómo asar sardinas, ¡desplázate hacia abajo!

¿Es necesario limpiar las sardinas antes de asarlas?

¿Tengo que destripar sardinas? Si se cocinan enteras, como en la foto, no es necesario eviscerarlas. Basta con quitarles las escamas con un paño o papel de cocina, lavarlas y secarlas. Si no son demasiado grandes, se pueden comer enteras; de lo contrario, se desprenden fácilmente de la espina una vez cocinadas.

¿Come la piel de las sardinas asadas?

Las sardinas con espinas y piel también están deliciosas y quedan estupendas encima de una ensalada o una fuente. P.D. Tanto las espinas como la piel son comestibles. Esas espinitas también aportan calcio.

¿Cómo se limpian las sardinas asadas?

Con un cuchillo pequeño, frotar suavemente la piel de la sardina hasta eliminar las escamas. A continuación, abra el vientre del pescado con el mismo cuchillo pequeño. Pase el pulgar por la espina dorsal y saque las tripas ensangrentadas. Enjuaga las sardinas bajo el grifo de agua fría.

Cómo comer sardinas

A pesar de su pequeño tamaño, las sardinas frescas tienen mucho a su favor. Son ricas en ácidos grasos omega-3, por lo que son buenas para la salud. Son una fuente sostenible de marisco, por lo que son buenas para los océanos y el planeta. Además, son increíblemente baratas, por lo que las sardinas no son un problema para el bolsillo. Y con un sabor rico y carnoso (como el de la caballa), las sardinas saben muy bien, sobre todo a la plancha.

De hecho, las sardinas a la parrilla son un plato habitual en muchos bares de tapas españoles, donde se degustan como si fueran mazorcas de maíz, comiéndolas con las manos y desprendiéndolas de la espina (y sí, también se pueden utilizar cubiertos).

A la parrilla, las sardinas no suelen necesitar más que un chorrito de zumo de limón y un poco de sal marina. Pero a mí me gusta marinar este pescado de sabor intenso en aceite de oliva, zumo de limón y ajo antes de ponerlo al fuego. Un poco de pimentón ahumado en el adobo también ayuda a prolongar el humo y la carbonización de la parrilla caliente.

Debido a su pequeño tamaño, las sardinas son una opción rápida y fácil de preparar para comer con los dedos, y cuando se crujen rápidamente sobre una llama abierta, también son ideales para acompañarlas con una copa de Rioja o una cerveza fría.

Pasta con sardinas

“Sardinas gordas simplemente a la plancha: una de las recetas más fáciles que jamás dominará. Las sardinas se venden congeladas en Australia y se encuentran en emporios portugueses y españoles. Cuando están cocidas, su piel se desliza como un traje de neopreno: es un truco de fiesta del que nunca me canso. Servidos con pimientos asados y vino tinto, son el verdadero sabor de Portugal”.  Maeve O’Meara, Food Safari Fire

Las temperaturas del horno son para horno convencional; si se utiliza ventilador forzado (convección), reduzca la temperatura 20˚C. | Utilizamos cucharadas y tazas australianas: 1 cucharadita equivale a 5 ml; 1 cucharada equivale a 20 ml; 1 taza equivale a 250 ml. | Todas las hierbas son frescas (a menos que se especifique lo contrario) y las tazas están ligeramente envasadas. | Todas las verduras son de tamaño medio y están peladas, salvo que se especifique lo contrario. | Todos los huevos son de 55-60 g, a menos que se especifique.

Colocar los pimientos en una barbacoa de carbón precalentada y asarlos hasta que se ennegrezcan. También se pueden poner bajo una parrilla caliente o en un horno caliente. Cuando estén hechos, colóquelos en una bolsa de plástico y átelos para cerrarla hasta que se enfríen un poco. Pelar los pimientos y partirlos a mano en tiras. Mezclar con un chorrito de aceite de oliva y vinagre y el ajo, y sazonar con sal marina.

Sardinas fritas

Sazonadas simplemente con guindilla y limón y asadas en la barbacoa, estas suculentas sardinas son la cena ideal del verano. Un vino blanco seco y fresco realzará el sabor del pescado. El Sauvignon Blanc Val de Loire, con sus cítricos brillantes, es una magnífica elección. Ver método

Consejo: Si compra las sardinas en la pescadería, puede pedirle al pescadero que las eviscere. Como alternativa, introduzca un cuchillo afilado en la base de cada pescado aproximadamente a 2 cm (1 pulgada) de la cola, pase el cuchillo a lo largo de la base terminando en la cabeza. Ábralo un poco y, empezando por la cabeza, pase el pulgar por el interior (si lo desea, póngase un guante de goma desechable) para extraer las vísceras y desecharlas. Enjuague la cavidad bajo el grifo de agua fría para limpiarla bien. (Si el pescado tiene escamas, quítelas pasando un cuchillo sin filo por la piel y, a continuación, enjuáguelo bajo el grifo).

Autor:
Sandra Airola
Sandra es una apasionada de la gastronomía y dueña de un restaurante, además de ser autora de este blog sobre comida donde comparte su experiencia y conocimientos culinarios.