Cómo preparar té de jengibre para aliviar los gases
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La hinchazón es el resultado de la acumulación de gases en el tracto gastrointestinal. Entre los culpables más probables de la hinchazón se encuentran los malos hábitos alimentarios -como comer con la boca abierta-, una dieta grasa, un aumento repentino de la ingesta de fibra, el estrés o el tabaquismo. En algunos casos, el culpable puede ser un problema de salud, como una infección gastrointestinal o el síndrome del intestino irritable. Los remedios naturales como el jengibre pueden tratar la hinchazón. Sin embargo, consulte a su médico antes de tomar jengibre para desterrar la hinchazón.
El jengibre, o Zingiber officinale, es un tallo subterráneo tropical, o rizoma, que se utiliza como alimento y medicina desde hace miles de años. Contiene varios principios activos, entre ellos unos compuestos picantes llamados gingeroles y shogaoles. Se ha utilizado durante mucho tiempo en diversas culturas, como la de los antiguos griegos, para prevenir problemas digestivos. El jengibre también ayuda a aliviar las dolencias que provocan hinchazón, como los dolores menstruales.
Las hierbas que ayudan a aliviar el tracto digestivo y los gases se conocen como carminativas. El jengibre es un carminativo especialmente eficaz, que ayuda a aliviar los gases, la hinchazón y los calambres, según James A. Duke, autor de “The Green Pharmacy Guide to Healing Foods”. Esta hierba calma la actividad intestinal y expulsa los gases del tubo digestivo. El jengibre también diluye la sangre y mejora la circulación, lo que ayuda aún más a aliviar la hinchazón. Los gingeroles del jengibre también son analgésicos eficaces, por lo que resultan útiles para combatir el dolor abdominal que suele acompañar a la hinchazón.
¿Cómo se utiliza el jengibre para un gas?
Y la mejor manera de controlarlo es tomando zumo de jengibre. El jengibre es muy eficaz para aliviar los gases. Aunque no cura completamente las flatulencias, tomar agua de jengibre una vez al día puede ayudar a prevenir los problemas de gases y acidez.
¿Es bueno el jengibre crudo para los gases?
Comer jengibre puede reducir la fermentación, el estreñimiento y otras causas de hinchazón y gases intestinales.
¿Es bueno el jengibre para el
El jengibre añade un toque aromático a los alimentos dulces y salados. El agradable toque picante de la raíz de Zingiber officinale, la planta del jengibre, es lo que hace tan apetecibles el ginger ale, el té de jengibre, los caramelos y muchos platos asiáticos.
Además de su gran sabor, el jengibre aporta una serie de beneficios para la salud de los que se puede disfrutar de muchas formas. Emma Slattery, dietista clínica de Johns Hopkins Medicine, nos habla de todas las formas en que el jengibre puede dar sabor a tu comida y contribuir a tu bienestar.
“El jengibre es fantástico”, dice Slattery. “No sólo es delicioso. El gingerol, un componente natural de la raíz de jengibre, favorece la motilidad gastrointestinal, es decir, la velocidad a la que los alimentos salen del estómago y continúan el proceso digestivo. Comer jengibre favorece una digestión eficiente, por lo que los alimentos no permanecen tanto tiempo en el intestino”.
Slattery es fan del té de jengibre. “El té de jengibre es fantástico en los meses fríos”, dice Slattery. “Está delicioso después de cenar. Puedes añadir un poco de limón o lima, y una pequeña cantidad de miel y hacer una bebida estupenda.”
Cómo utilizar el jengibre para la gastritis
El té de jengibre es la bebida de bienestar perfecta para empezar el día. El té de jengibre fresco hecho en casa no sólo desintoxica y fortalece el sistema digestivo y la mente, sino que también mejora la salud en general al aumentar la inmunidad. El té de jengibre es la mejor bebida de calentamiento que despierta sus papilas gustativas, afina su sistema digestivo, calma su mente y prepara su cuerpo para el trabajo del día.
Las infusiones de hierbas y especias se consideran unas de las primeras bebidas creadas. Dadas sus propiedades medicinales y el sabor picante que proporciona, el jengibre sigue siendo un ingrediente popular entre los que se preocupan por su salud.
El té de jengibre es una bebida tradicional que se prepara remojando jengibre fresco rallado en agua hirviendo. Hay varios tipos de té de jengibre en todo el mundo. Pero en su forma más simple, el té de jengibre no es más que una mezcla de agua caliente y jengibre fresco rallado o triturado.
¿Sabía que el jengibre es primo cercano de la cúrcuma, la galanga y el cardamomo? El jengibre es más que una especia culinaria que realza el sabor. Es un potente antioxidante y un ingrediente antifúngico que enriquece el organismo.
Jengibre para el malestar estomacal y los gases
Añadir a Favoritos Una taza de té de jengibre es el final perfecto para cualquier comida, y cuando conozca algunos de los beneficios del té de jengibre (como aliviar las molestias digestivas), querrá asegurarse de tomar una taza todos los días. El té de jengibre es fácil de preparar en la cocina y se puede utilizar para tratar diversas dolencias, como resfriados, gases e hinchazón, mareos y mucho más. El té de jengibre tiene propiedades inmunoestimulantes, antivíricas y antibacterianas, así como altos niveles de vitamina C y otros minerales que mejoran la salud en general. Muchas personas empiezan o terminan el día con una taza de té de jengibre con limón fresco y una cucharada de miel como tónico general.
Cuando prepare té de jengibre, busque jengibre fresco y orgánico en el mercado local de agricultores o en la tienda de comestibles. En mi experiencia, el jengibre fresco siempre funciona mejor que el jengibre en polvo o seco. Dependiendo de dónde vivas, puedes incluso intentar cultivar tu propio jengibre en el jardín o en una maceta en el alféizar de la ventana.
Para obtener los máximos beneficios del té de jengibre, tenga cuidado al prepararlo. Retira la piel del jengibre utilizando una cucharilla para raspar con cuidado la superficie de la raíz. Una vez retirada la piel, puedes triturar el jengibre a mano o en un pequeño robot de cocina. Coge la pulpa de jengibre con las manos (limpias) y exprímela sobre una taza pequeña, recogiendo todo el jugo que suelte la raíz desmenuzada. Exprime con fuerza para sacar hasta el último resto de líquido de la pulpa de jengibre y, a continuación, pon la pulpa restante en un cazo pequeño con 2 o 3 tazas de agua y llévalo a ebullición suave.