Como asar una chuleta

Chuletas de pollo empanadas a la parrilla

Esta receta del autor de libros de cocina y escritor J. Kenji López-Alt es genial: la mitad de esta intensa y sustanciosa vinagreta va sobre el pollo justo antes de cocinarlo -no es un adobo sino una “salsa previa”- y la otra mitad se rocía sobre el pollo a la parrilla, creando capas de sabor sin necesidad de un largo tiempo de adobo. Utilice el pollo sobrante (o úselo como excusa para hacer más pollo) en esta Ensalada de pollo con aderezo de miso.

La hice por primera vez para invitados y estaba muy sabrosa. Los sabores son brillantes y frescos. Es súper fácil ya que la marinada se puede hacer con antelación y el pollo se puede cortar como se indica antes.    Salió perfecto.    Un plato principal estupendo para el verano. Es una receta deliciosa y sin complicaciones para asar a la parrilla que también funciona bien para la compañía.

¿Cuánto tiempo se asan las chuletas de pollo?

Caliente la parrilla a temperatura alta. Saque el pollo de la marinada y sazónelo por ambos lados con sal. Ásalo de 2 a 3 minutos por cada lado o hasta que se dore y esté bien hecho.

¿A qué temperatura se asan las chuletas de pollo?

Caliente la parrilla a entre 425 y 450°F para las pechugas de pollo.

Adobo para chuletas de pollo a la parrilla

Sacar las chuletas de la nevera, untarlas con el aceite de oliva y dejarlas 10 min. Ase las chuletas durante 1,5 minutos por cada lado en una sartén a fuego medio. Dejar reposar la carne unos minutos en un plato caliente, cubierta con celofán. Salpimentar antes de cortar. Limpiar los tomates y partirlos por la mitad. Freír los tomates en el aceite de oliva. Añadir por último el ajo, la sal, la pimienta y las hierbas italianas. Cocer los raviolis durante 3 minutos en agua con sal. Repartir los tomates y los raviolis en 4 platos calientes. Corte las chuletas por la mitad con un cuchillo afilado. Colócalas en los platos y espolvoréalas con la ralladura de lima y el parmesano. Rociar con el zumo de lima y el aceite de oliva.

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Chuleta de pollo a la plancha calorías

Esencialmente, se trata de cortar la pechuga en mariposa, pero hasta el final. Empezando por la mitad de un lado de la pechuga, cortaremos horizontalmente para crear dos pechugas del mismo tamaño.

Como todo buen pollo frito, vamos a dejar marinar las chuletas en un baño de suero de leche sazonado. Esto no sólo ayudará a inyectar sabor a la carne, sino que la ligera acidez del suero de leche también ayudará a ablandarla.

Después de marinar el pollo en la nevera, hay que dejarlo a temperatura ambiente. Me parece que freír cualquier carne recién sacada de la nevera hace que se agarrote y pierda mucha humedad. Como vamos a empanar el pollo, es importante evitarlo, ya que de lo contrario corremos el riesgo de que el rebozado se salga.

Aquí es donde se crea el rebozado crujiente. Cuando pases el pollo por la harina sazonada, asegúrate de que la harina penetre bien en la carne. Métete en cada grieta y sacúdela. De este modo, se crearán muchos trocitos escarpados, que es lo que le da ese clásico rebozado crujiente del pollo frito.

Receta de escabeche de chuletas de pollo

Cuando se trata de asar a la parrilla, las pechugas de pollo pueden ser problemáticas, especialmente las pechugas de pollo deshuesadas y sin piel. La carne en sí es magra, y sin los huesos para aislarla o la piel para protegerla, esa pechuga de pollo desnuda en la parrilla tiene tendencia a cocinarse en exceso y secarse con facilidad.

Todo lo que se necesita son 30 minutos en una simple solución de salmuera de 1/4 de taza de sal kosher disuelta en 4 tazas de agua. Este es todo el tiempo que necesita para que las pechugas de pollo absorban suficiente humedad para que puedan aguantar mejor el calor de la parrilla sin secarse.

Con media hora de salmuera, la sal que se absorbe no es tanta como para que el pollo quede salado, pero es suficiente para que el sabor del pollo a la parrilla se realce. Normalmente salamos las pechugas de pollo a la parrilla, ¿verdad? No es necesario hacerlo si se pone en salmuera.

Luego es un simple aliño con pimentón (ideal para dar color) y aceite de oliva (no se pega en la parrilla). El pollo se asa en la parte caliente de la parrilla y se termina de asar en la parte fría. Y ya tienes unas hermosas pechugas de pollo a la parrilla perfectamente jugosas.

Autor:
Sandra Airola
Sandra es una apasionada de la gastronomía y dueña de un restaurante, además de ser autora de este blog sobre comida donde comparte su experiencia y conocimientos culinarios.